¡Revive el año de la magdalena de Proust! | Negocios | EL PAÍS
Nos enfrentamos a un ejercicio en un mundo convulso y repleto de incertidumbres, pero también con la percepción de que ya hemos lidiado con algunas de estas inquietudes en el pasado, que no son tan disímiles. En medio de esta especie de destello proustiano, gozamos del privilegio de la memoria y la prerrogativa del tiempo, que nos facultan para contemplar el pasado y extraer valiosas lecciones para el futuro.
Seguramente recordarán lo bien que Marcel Proust describía el sinfín de sensaciones que le surgían al narrador de Por el camino de Swann cuando se disponía a engullir una magdalena recién bañada en té. Se desencadenaban un montón de recuerdos que trasladaban su mente al pasado.
Ni estamos ante el primer mandato de Trump, ni es la primera vez que el autoritarismo impera en la Casa Blanca. Tampoco son novedosas las resistencias globales a rebajar los engrosados déficits públicos, las dudas sobre la longevidad del ciclo económico o la cada vez más exagerada apropiación del valor añadido global por parte de las 10 mayores compañías norteamericanas, que ya suponen un 27% de la capitalización mundial.